Obsolescencia Programada 

La obsolescencia programada es una estrategia comercial que consiste en  la planificación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de tal forma que tras un periodo de tiempo (calculado por el fabricante o por la empresa) se quede obsoleto o inservible.

Las consecuencias de esta son claras. El bolsillo del consumidor se ve afectado al verse obligado a sustituir su producto por otro nuevo. En contra, las empresas consiguen mas demandan y, por esto, aumentan sus beneficios. Sin dudas, desde sus inicios, el objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico.

Esto también traen consecuencias psicológicas, es decir, hay personas que llegan a cambiar sus productos por otros modelos más nuevo  (comprar, usar, tirar, comprar…)

Otra consecuencia es la gran cantidad de residuo que se originan actualmente a realizarse este fenómeno una y otra vez  en todo el mundo. Es por esto que la sostenibilidad de este modelo a largo plazo es muy discutida por organizaciones ecologista.

Por ejemplo: como todo instrumento y/o aparato de otra tecnología tiene un cierto periodo de vida útil. Tal es así, que un familiar tenía una notebook desde hace aproximadamente 7 años, a la cual uso hasta ultima hora de la noche, y al otro día la fue a prender y no hubo forma de hacerla andar, por lo que la llevó a un técnico y le dijo que su vida útil ya había caducado; que la placa madre había dejado de funcionar y aunque se podría cambar, no se justificaba pues le iba a costar más caro que comprarse una nueva.

Otro ejemplo es el de que una amiga se había comprado un Blackberry, que lo uso un año y medio y se le rompió de un día para otro, lo llevó a arreglar y le dijeron que se tenía que comprar otro porque ahora las empresas lo hacen para poder vender mucho más de lo que habitualmente venden.

“Comprar, tirar, comprar”. Es el nombre que recibe un documental de la Televisión Española que muestra qué es la obsolescencia programada y cuáles son sus principales efectos y consecuencias.

En el que nos muestra los ejemplos más polémicos de la obsolescencia programada. Entre ellos encontramos las bombillas. Cuando Edison puso a la venta su primera bombilla en 1881, la duración de este artilugio era de 1500 horas. Treinta años mas mas tarde, se publicó un anuncio donde se aparecían unas bombillas cuya duración de este certificada era de 2.500 horas.

Pronto descubrieron  que ir prolongando la duración de la vida de las bombillas solo supondría el fin de sus lucrativos negocios. Por este motivo, un 25 de diciembre de 1924 se reunieron en ginebra y decidieron crear un cartel mundial donde pactaron limitar la vida útil de las bombillas eléctricas en 1.000 horas.

Otro ejemplo son las medias de nylon. A finales de los años 20, este tipo de medidas eran casi irrompibles. Debido al descenso de las ventas dado que las mujeres no necesitaban comprar otras, años después se comenzaron a comercializar las dichosas medias que toda mujer conoce, las cuales se rompen con extremada facilidad. 

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